Comenzando por mirar a mi alrededor, cosa habitual en mi, comencé a darme cuenta como he pasado mil cosas en mi vida conciente y que sin darme cuenta mi presente es fruto de un pasado furtivo que aún no logro dimensionar en experiencia adquirida, tantas caras, vidas y cosas tocadas con mi manos que ya no estan, eso es la vida.
Por lo general el hecho de observar las cosas de una manera tan personal nos hace olvidar que vamos avanzando a pasos agigantados, tanto así que cuando escuchamos aquello de que "no sé como llegue a tener la edad que tengo" siendo jóvenes nos reímos y no tomamos atención, pero cuidado que a lo mismo vamos corriendo, no caminando.
Me dijeron tantas veces "recordarás con nostalgia aquellos días en que vives y sueñas en una sala de clases de colegio", que ya comienzo a sonreir de tan solo recordar lo que fue y ya no es, lo que tuve y deje, lo que pude ser y sigo pudiendo ser. Si bien es cierto que se pierden posibilidades mediante el clásico "se han cerrado puertas", lo cierto es que he abierto caminos insospechados con la máxima posibilidad de darme cuenta como se vive, ríe y sueña en una vida muchas veces mezquina, pero abierta a ser tomada por el que sea lo suficientemente osado.
Habalando con mi pasado logré descubrir que dentro de aquella sala de clases de jóvenes de 18 años había otra persona más que pensaría como yo en el futuro, y tal como lo he pensado es el último gran vestigio de mi pasado, el oscuro y secreto recuerdo de mi paso por la educación media, algo inevitablemente inolvidable.
Desearía haber conseguido muchas cosas, pero agradezco el no haberlo hecho, puesto que como lo he podido reflexionar aún conservo las energías, ganas y astucia para tener eso y más, como dicen "listo para comerme al mundo", aunque no es tan chico como una manzana, tampoco lo es mi perseverancia y capacidad.
Que lindo es poder recordar, divino tesoro que Dios nos dio, o fruto de la incertidumbre de ser producto de una explosión casual (para los no creyentes en Dios), aunque sea como sea el hecho de poder guardar imágenes, videos y retoques de lo que paso en la vida día a día hace varios años es indescriptiblemente entretenido, tanto que me animo a seguir conversando contigo memoria, para así poder saber que hay de lo que vivi que no supe entender, de esa forma prometo aprender a tomar lo que me entrega hoy la vida.
A pesar de que ya te has ido recuerdo, aún siento muy dentro de mi lo pasado, y es que era yo el que protagonizaba pensamientos, hechos y progresos, todo era yo, y quizás ese fue mi error, no supe ver a los demás.
La vida entrega oportunidades, y hay que tomarlas, eso hago ahora al contarle al mundo lo que fui, soy y seré, nada más.
